03/11 Día del Artista Argentino
10/11 Día de la Tradición y del Dibujante
06/12 Día del Gaucho
Decir con trazo y color
10/11 Día de la Tradición y del Dibujante
06/12 Día del Gaucho
Decir con trazo y color
Muchas veces una imagen dice más que mil palabras. Frase hecha, pero por verdadera. En ciertas ocasiones, un dibujo puede transmitir conceptos o ideas de mejor manera que un artículo periodístico. Por fortuna el campo argentino ha tenido quien le pinte. Y por ello, no podía faltar en esta publicación la mención a quienes le pusieron tra
zo y color, y colaboraron para construir la historia de la comunicación agropecuaria. A veces con humor, como el caso del insuperable Inodoro Pereyra de Roberto Fontanarrosa. Otras, con fina ironía, como la que despunta Quino en sus viñetas en contra de los cultivos transgénicos. Siempre con enorme talento.
El pintor Florencio Molina Campos fue uno de los mejores cronistas que tuvo y tiene el campo. Sus acuarelas de gauchos, caballos y pulperías se hicieron famosas a partir de que fuera contratado por la empresa "Alpargatas" para ilustrar sus almanaques anuales. Nació en Buenos Aires en 1891, ya en carrera al éxito, logró exponer sus obras en la primera Rural de Palermo, el presidente de ese entonces era Marcelo T. de Alvear, quien adquirió dos de sus cuadros y se convirtió en su admirador. Murió en noviembre de 1959.
zo y color, y colaboraron para construir la historia de la comunicación agropecuaria. A veces con humor, como el caso del insuperable Inodoro Pereyra de Roberto Fontanarrosa. Otras, con fina ironía, como la que despunta Quino en sus viñetas en contra de los cultivos transgénicos. Siempre con enorme talento.El pintor Florencio Molina Campos fue uno de los mejores cronistas que tuvo y tiene el campo. Sus acuarelas de gauchos, caballos y pulperías se hicieron famosas a partir de que fuera contratado por la empresa "Alpargatas" para ilustrar sus almanaques anuales. Nació en Buenos Aires en 1891, ya en carrera al éxito, logró exponer sus obras en la primera Rural de Palermo, el presidente de ese entonces era Marcelo T. de Alvear, quien adquirió dos de sus cuadros y se convirtió en su admirador. Murió en noviembre de 1959.
